domingo, 8 de julio de 2012

PREPARADO CASERO A BASE DE AJÍ (CAPSICUM SPP.)

El ají es una hortaliza de fruto muy utilizado dentro de la gastronomía peruana para realzar el sabor de las comidas gracias al sabor picante de su pulpa y venas, lo que muy pocas personas conocen es que también se puede utilizar en la agricultura ecológica como insecticida y repelente casero de insectos. La ventaja que tiene una preparación como esta es la facilidad de su elaboración pues no requiere de técnicas especiales de extracción de sus ingredientes activos, ni productos especiales, tan solo basta con tres o cuatro frutos.

La pulpa y las venas de ají contienen una elevada cantidad de capsaicina, que es una sustancia de pungencia elevada (sensación de picante) que al ser aplicada sobre los insectos plaga, que se alimentan de las hojas de las hortalizas, genera una sensación de ardor en todo su cuerpo; Como consecuencia de su aplicación los insectos plaga dejan de alimentarse y de dañar las plantas, además se ha reportado mortandad sobre todo en insectos más pequeños y también la migración a otros lugares lo que confirma su efecto repelente mas que como insecticida.
Frutos de ají mirasol

Los insectos que son sensibles a este preparado son los mas pequeños y los que poseen el cuerpo de consistencia blanda como: los pulgones, mosca minadora, etc. y en algunas larvas de polillas o mariposas (siempre y cuando éstas se encuentren en estadíos jóvenes, es decir, que recién hayan eclosionado de los huevos).

No es común que las sustancias pungentes aplicadas persistan hasta la cosecha, sin embargo, para evitar que estas afecten a las personas mas sensibles al consumir las hortalizas, se debe evitar su aplicación hasta una semana antes de su consumo.

Materiales e insumos
4 Ajíes frescos
1 Litro de agua
1 Cuchillo
1 Envase
1 Mortero y pilón
1 Colador
1 Par de guantes de jebe
1 Rociador de mano
1 Botella de plástico descartable de 1 L.

Modo de preparación
Con mucho cuidado y utilizando guantes de jebe se cortan los frutos de ají en tiras, aparte se separan las venas con las pepas, todo lo cortado se coloca en un envase, se vierte el agua, se tapa y se deja macerar por 4 – 6 horas. 
 Macerado de ají

Una vez que macerado se procede a separar el líquido de las tiras y venas de ají, estos últimos se muelen con ayuda de un mortero y pilon, hasta que se empiece a formar una crema. Esta crema se mezcla con el agua macerada y se deja reposar por unos minutos.
 Molido de ají

Al final se tamiza la mezcla con un colador fino, de manera que solo se aproveche la parte líquida, pues la presencia de grumos o partes sólidas puede obturar (tapar) los rociadores. El líquido, que es de color anaranjado o rojizo según le tipo de ají utilizado, se vierte en la botella de plástico y se tapa.
 Líquido pungente de ají

Este preparado se puede guardar en la refrigeradora por varios días si es que no se va a utilizar en su totalidad, sin embargo, sus propiedades repelentes no van a ser las mismas que si se utilizara fresco. Antes de su uso se debe agitar suavemente para uniformizar la consistencia de la solución.

Para el uso de esta preparación se coloca el líquido dentro del rociador y se aplica en la parte superior e inferior (envés) de las hojas, sobre todo en las últimas pues en esta área se suelen establecer los insectos plaga.
 Aplicación de macerado de ají

Para una correcta aplicación:
Este preparado se debe aplicar apenas se observa la presencia de los insectos plaga dos veces al día y después una vez cada semana si es que se quiere evitar que la plaga regrese.

Durante la aplicación se van sentir los efectos de la capsaicina como son ardor en la garganta, tos, etc. Por lo que se recomienda tener cuidado que el preparado entre en contacto con la piel, fosas nasales y ojos; en caso suceda esto se debe lavar la parte afectada con abundante agua.

La aplicación se debe realizar en las primeras de la mañana o últimas horas de la tarde, pues ese es el momento en que las plagas regresan y salen de su escondite respectivamente para alimentarse.

Para mejorar la acción del preparado se suele diluir un pequeño trozo de jabón de lavar ropa, pues este hace que el preparado se puede adherir a las hojas por mayor tiempo.